domingo, 25 de octubre de 2009

Las Aventuras Matutinas De "El Muchacho Enmascarado"

Durante mis mañanas frescas suelo imaginar cosas.Hace tiempo que esto forma parte de mi metabolismo estético, y es una costumbre que casi confidencial y trascendentalmente perdura en el poco disimulo de mi familia....Inevitablemente suelo otorgarle a mi imaginación un carácter peligroso, quizás un rol que no debería cumplir...
El hecho es que a menudo esta imaginación mía orquesta escenas tan al alcance humano, aparentemente tan cercanas a mis posibilidades, que se traducen en jugosos deseos; deseos en la palma de la mano, capaces de ser saciados con la mínima intervención. - Situación en el la cual se cree que saboreando lo imborrable de la pantalla se huirá despavorido para escupir la verdad en el zaguán - . Y es aquí, al borde del abismo, cuando la imaginación transformada y atropellada por este deseo en el que se ha convertido, comienza otro tipo de procedimiento mental. Una especie de planificación para saciar la voluntad que me carcome. Un arduo trabajo que oculta sus bemoles.
La caja fuerte cerebral experimenta una situación de éxtasis donde se pretende prestar atención a los mínimos detalles, y es lo que se hace; es lo que se consigue mejor dicho. El proceso es sumamente intenso y hasta a veces entretenido, sin embargo se avecina lo que frecuentemente se entiende por “sustitución yuxtapuesta inconciente del objetivo previsto por espejismos ya visitados”. En otras palabras, el resultado obtenido de la bifurcación inconsolable del fluir reflexivo, nos introduce a nuestro gran protagonista; el verdugo de la estabilidad o despreocupación de la vigilia: el Recuerdo.
Es ese incontrolable desmenuzamiento del archivo; del alma que acaba en un charco, vaciando lentamente el gotero del que cae, donde yo mismo la había escondido, donde solían suceder melodías que no me olvido y donde hoy me pellizco los ojos. Pese a esto el juego continúa.
Permítanme que les termine de relatar esta situación. A esta altura se ha producido el sonido o ruido blanco (les ruego me perdonen esta importantísima acotación: da igual en este momento entre sonido y ruido para mí; no es nuestro problema
- o mío en todo caso - la discusión que culturamente existe entre sonido y ruido, en todo caso se podrá hablar de las discrepancias que se tienen en otra de mis aventuras), se han combinado todos los colores dando lugar a otro que siempre es distinto; es el punto donde la metáfora se hace más presente que nunca y mi consistencia no supera a la de una medula colgando de un tendedero. La escena que fue iluso deseo y que ahora es Mi Recuerdo se remonta a paisajes tan hermosos y tan lejanos que es preferible abandonar cualquier construcción y zambullirse en ellos como si todavía fueran parte del mar. Como el Mar sumergido en sí mismo: un producto imaginario, un deseo, un Recuerdo, una metáfora. Hoy, mi único elemento.

Así son más o menos todas mis mañanas; créanme que casi siempre me siento muy afortunado.
En fin…en este momento mi mente recién va por el deseo, debo concluir el proceso y además ya he dicho bastante. Espero haber sido lo suficientemente claro, si no lo fui al menos lo intenté…no es que me baste solo con un intento, sin embargo, y seguramente por muy pocos minutos esto me dejará tranquilo.
Debo bajarme del columpio ya mismo y correr. Es lo que me urge. Será hasta nuestro próximo encuentro y…sepan disculparme si les he ocasionado alguna molestia; ya he dejado volar lo suficiente mi imaginación.

domingo, 4 de octubre de 2009

Pensarero

-Cuánta agua ¿no?...
-Y si...está grande el mar.
-Y si. (Esperar unos segundos). Bueno; se me hace tarde...
-Está bien...seguí corriendo, yo me quedo un rato.
-¿Seguro?
-Si. Andá nomás.
-Bueno. Chau.
-Chau.


Otro día...

-Hola
-Hola
-¿Qué hora es?
-Tarde.


Otro...

-Otra vez vos!
-Y si, ¿qué esperabas?
-No se...
-¿Y entonces?
-Si, tenés razón.
-Bueno váyase.
-No; hoy yo me quedo un rato.
-¿Seguro?
-Mas o menos...
-¿Y entonces?
-Si, tenés razón otra vez.
-Puede ser...
-Entonces me voy.
-Entonces chau.
-Idem.

sábado, 3 de octubre de 2009

Ornamentos Diurnos

Hoy ví muchas manos.
Hoy ví muchos dientes.
Inquietas e inquietos
todo el tiempo.
Hoy ví cómo el aire
transformado en filo,
avanzaba sobre mi cuerpo...
y no detuve mi marcha;
ni por un segundo me detuve.
Hoy comí caramelos de vidrio
y estuve envuelto en pájaros
que solo se me acercaban
para comer lo que yo no quería...
Hoy te vi entre mis ojos
yendo sin venir.

Soplando las nubes

que el cielo solía envolver.

Hoy ví todo menos un espejo...
Hoy estuve más despierto que nunca.